El aceite de Oliva Virgen es un zumo de fruta natural que conserva el paladar, perfume, vitaminas y todas las propiedades del fruto del que procede, siendo además el único aceite vegetal que puede consumirse directamente virgen y crudo.
En las últimas décadas el Aceite de Oliva y, en especial, el Aceite de Oliva Virgen se han revelado como alimentos saludables con numerosos efectos positivos sobre la salud humana. Esto se debe fundamentalmente al alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y a sus componentes antioxidantes (vitamina E y compuestos fenólicos). Los efectos beneficiosos del aceite de oliva virgen sobre el organismo se pueden resumir en:
- Aparato circulatorio: nos ayuda a prevenir la arteriosclerosis y sus riesgos.
Aparato digestivo: produce una mejora en el funcionamiento del estómago y del páncreas.
Piel: posee un efecto protector y tónico de la epidermis.
Sistema endocrino: ayuda a mejorar nuestras funciones metabólicas.
Sistema óseo: estimula el crecimiento y ayuda a la absorción del calcio y la mineralización.
Aceite de Oliva Virgen y Virgen Extra
El Aceite de Oliva Virgen Extra, sinónimo de máxima calidad, es aquel que conserva intactas todas sus características sensoriales y propiedades para la salud. Se puede considerar zumo de aceitunas sin aditivos ni conservantes, ha de tener una acidez menor de 0,8% y presentar unas características sensoriales agradables e identificables.
Un Aceite de Oliva se considera “Virgen” si en su proceso de extracción se ha realizado solamente mediante procesos mecánicos o procesos físicos que no alteren su composición y características. Un Aceite de Oliva Virgen se considera “Extra” si se adecua a los estrictos parámetros de acidez, nivel de peróxidos y otra serie de parámetros químicos y además ha superado un panel de cata de Aceite sin observarle defectos y con una puntuación mínima establecida. El Aceite de Oliva Virgen, sin la palabra “Extra”, sigue siendo zumo de aceituna sin aditivos ni conservantes pero presenta algún defecto sensorial por mínimo que sea. Su acidez ha de ser menor del 2%.
Aceite de Oliva Ecológico
La olivicultura ecológica tiene como objetivo producir aceite virgen extra sin el uso de productos químicos de síntesis (fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, etc.). Con ello, pretende garantizar la ausencia de contaminantes en el aceite, la protección de los recursos naturales: suelo, agua, atmósfera, y biodiversidad, y el máximo cuidado de la salud humana.
Los olivareros ecológicos han de considerar que el olivar no sólo está formado por los olivos, sino que tienen a su disposición una serie de recursos como son el suelo, las plantas espontáneas, el agua de lluvia, los insectos auxiliares, los residuos del olivar (poda, alpeorujo…), etc. que han de manejar adecuadamente para conseguir aumentos notables en la rentabilidad económica de las explotaciones olivareras sin degradar el ambiente.
El olivar certificado ha de estar sometido a control para que pueda ser vendido posteriormente el aceite obtenido con la denominación de “ecológico”. Para ello, el olivarero ecológico ha de notificar la actividad a cualquiera de las empresa privadas autorizadas de Andalucía y someter la empresa al régimen de control.